Un Viernes Santo especial
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- Categoría: Escritos
- Publicado: Lunes, 06 Abril 2009 23:32
- Escrito por Pedro Zamora García
Son las ocho de la mañana, me asomo a mi ventana y contemplo el vasto panorama de la huerta murciana, que se extiende en la falda de las montañas distantes. El cielo, de rosa se volvió dorado, y pude distinguir una sinfonía de verdes, desde el vívido de la hierba y los árboles al verde irreal del cielo a occidente. Aquí y allá destacaban en la verde llanura las siluetas solitarias de las palmeras, y por encima de la ciudad blanca y rosada se yergue la torre de la catedral de Murcia, que brilla bajo el sol, y se transforma en el tema central del paisaje, mientras el resto del llano, está moteado de casas como manchones blancos y rosados.
Hoy es Jueves Santo, un dia muy especial para todo cristiano, especialmente para los estantes de la Oración del Huerto. Todo el está ocupado y cubierto de actividades. A primera hora, parte de estos hombres encabezados por su cabo de andas se dirigen al palmeral de Santiago y Zaraiche; allí deberán cortar las palmas de palmeras jóvenes, que por la tarde servirán para arreglar la palmera que lucirán al dia siguiente en su “paso”. No servirá cualquiera de ellas. Tienen que ser tiernas pero al mismo tiempo fuertes, con un bonito color verdoso, y limpias de toda maleza. Se cortarán de doce a catorce porque, aunque solo se colocarán ocho, puede ocurrir que en el arreglo alguna se rompa o no sirva, escogiendo las mas esbeltas y bonitas. Los dátiles fueron cortados en la mañana del miércoles.