Ha sido en la fecha de 25 de marzo de 2009 cuando ha sido posible poner en marcha esta web, en la que un grupo de nazarenos murcianos, aprovechando el fulgurante avance de las nuevas tecnologías queremos dar a conocer al mundo entero cuales son nuestras raíces, nuestras inquietudes, y nuestros sentimientos.
Sin divagar en exceso con tecnicismos, sería justo que decir, que está web, está basada y realizada bajo uno de los nuevos y emergentes "gestores de contenidos" de código abierto, concretamente en "joomla". Esto, hará posible que la tarea de actualización de los distintos materiales con que la web se nutre, pueda ser cómoda, dinámica, y sencilla, incluso que ésta labor, bien pudiera ser realizada en alguna ocasión por los propios editores.
Después de este formalismo, ahora que nuestro empeño comienza a dar sus frutos, quisiera dar cuenta de unos agradecimientos. En primer lugar, a los compañeros que han robado minutos a su tiempo para poder iniciar esta andadura, y a otros, que a partir de este preciso instante lo harán de la misma manera. En segundo lugar, a la "Junta Particular" de la Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, por apoyar esta iniciativa y por facilitarnos en todo momento nuestra labor. Y por último, a la Asociación Músico-Cultural "Las Musas" de Guadalupe, por permitir ilustrar sonoramente determinados artículos con algunas de las marchas procesionales que tan magníficamente interpretan en su disco "Luz del Alba". {audio}mp3/Luz del Alba.mp3{/audio}
Éste momento, bien pudiera ser el comienzo de un nuevo camino, pero en verdad no lo es. El verdadero camino se inició hace ya unos cuantos años. Fueron los herederos de aquél grupo de hortelanos que dejaron su sudor y su esfuerzo pegado a la tarima de tan hermoso trono, los que sin saberlo, iniciaron un camino sin retorno. Ese ha sido el verdadero origen, que hoy, en nuestros días, ha llevado a un grupo de nazarenos murcianos a derrochar amor y cariño por todo lo que nos rodea, por ese nexo de unión que es nuestra cofradía; por nuestras raíces, las de nuestra tierra, la misma que labraron aquellos hortelanos y que nos ha marcado para siempre; y por este patrimonio que hemos sabido conservar, que es de un valor material incalculable, pero que resulta insignificante al compararlo con el valor que desde lo más profundo de nuestro corazón le otorgamos. Todo esto, bien se pudiera resumir en unas pocas palabras: "Por el amor a Nuestro Padre Jesús, el Hijo de Dios".
Ahora, en este comienzo, quiero brindar por ellos. Por esos nazarenos ilustres, que un día portaron esta insignia llamada "La Oración en el Huerto", y que por distintas y obvias razones, no pudieron seguir haciéndolo; aquellos hombres, que tan bien supieron "germinar" nuestro corazón de una ilusión incandescente, y que el fruto aparece ahora, en nuestros días, también en este medio tan inmaterial como hermoso.
Desde ahora y para siempre se hace realidad un sueño, el que aquella frase magistral y hecha a medida de "Nazarenos todo el Año", aquí, en este red tejida como por arte de magia, también quede patente.