Llegó el día, ese que crees que nunca llegará, ese día que supera con creces aquel que te dicen que vas a salir un año en la Oración en el Huerto y que, gracias a Dios, no fue ese sólo, al siguiente volví a salir y al tercer año fue cuando me comunicaron por sorpresa, en una de esas comidas navideñas tan entrañables que nos juntamos los hermanos nazarenos de la Oración, que iba a formar parte de la plantilla de estantes del paso hasta el fin de mis días. Felicitaciones hermosas y de corazón de mis hermanos allí presentes.
Llegó, por fin llegó ese día en el que tú vida se vuelve color Morao, del color de Viernes Santo, de la mañana de Salzillo, ese día en la que la perla de Salzillo cobra vida en la calle y nosotros como cristianos y estantes damos el do de pecho.
Nunca damos un paso atrás, sufrimos y gozamos del orgullo que es pertenecer a esta enorme familia durante los 365 días del año. Alli estaba ella presente,Silvia, mi compañera de este hermoso viaje llamado vida. la que, si Dios quiere, me viste y vestirá cada Viernes Santo, la que me acomoda mis enaguas con mimo y me viste con orgullo de estante.
Ahora se que cada Jueves Santo allí estaré en la Plaza de San Agustín repartiendo vinico dulce y ricos dátiles mientras se prepara la palmera, acto que hago voluntario y con mucho gusto. Soy historia viva de la Oración y como bien me dijo una vez un gran hombre que entiende un rato de estos temas, mi cara es pura poesía nazarena. Gracias a mi cabo emérito.
Momento especial, emotivo e inolvidable y del cual estaré agradecido eternamente el resto de mis días fue cuando el pasado Viernes Santo, llegando a las puertas de Jesús, a punto de finalizar nuestro pequeño Calvario, mi hermano Antonio Gálvez me dice que si quiero meter el paso en su lugar y, yo sin pensarlo le digo que si, se lo comento a mi cabo de andas Pedro y allá que voy yo, sin dar un paso atrás, concentrado, nervioso y emocionado, realizando la difícil maniobra de entrada. Chapó, la Oración está ya en casa, abrazos a mis hermanos, cabos... Y desde ese mismo instante pensando en la procesión del 2017, pero antes de ello vendrán mil aventuras y vivencias con mi familia La Oración.