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Artículo publicado en la revista Nazarenos. Año 2006.

Me ha costado mucho esfuerzo ponerme a escribir este articulo, cualquier despedida es siempre dolorosa,  mas aun si es una despedida de 60 años. Nuestro Padre Jesús ha querido atenuar este momento, al concederme unos hijos en donde la pasión y amor por nuestra Cofradía han superado con creces, la que en mi pueda albergarse, pudiendo seguir ellos la tradición en la familia.
Este es el año, elegido voluntariamente para mi cese como Cabo de Andas de “mi Oración”. Dejo en sus manos, las de mis hijos Pedro y Oscar, la enorme responsabilidad y el honor de dirigirla por las calles de nuestra Murcia, después de ostentar el cargo durante 50 años, nueve cono segundo con mi padre y cuarenta y dos como titular. Y quiero hacerlo con el corazón henchido por el orgullo y el privilegio de pertenecer a la Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y el agradecimiento de haber depositado su confianza en mi persona y responsabilizarme de tan delicada labor. Con ello logré seguir los pasos de mis ancestros en cinco generaciones y, espero que, continúe con mis hijos y nietos la séptima y la octava.

Durante dos años y medio se ha ido madurando en mi mente la idea de elegir el momento de mi retirada, y por fin ha llegado. ¡Que suerte poderlo hacer libremente!. Mi Cristo de la Oración, con su infinita bondad, ha permitido que ese dia se cumpla en un año en la que, la generosidad nazarena murciana en la voz del Cabildo Superior de Cofradías, me haya otorgado el mayor galardón que nazareno pueda soñar, el titulo de “NAZARENO DEL AÑO”.  Que magnifico broche de oro a una vida dedicada enteramente por y para la Semana Santa murciana, y concretamente a la Cofradía de Nuestro Padre Jesús y, por supuesto a mi querido paso La Oración del Huerto.
Soy consciente plenamente de lo que me espera. Se me hace un nudo en la garganta escribiendo este articulo. ¿Qué ocurrirá en mi corazón cuando de vuelta en la Iglesia, de mi ultima orden: “…abajo despacio, muy despacio; aguantar en el hombro hasta que yo lo diga…”, y quede posado nuestro trono en su carro móvil?. Está claro que se llenaran los ojos de lagrimas y por mi mente desfilaran infinidad de recuerdos y vivencias. Hay tanto que recordar. Tendré que reforzar mi pecho para que el corazón no se salga. Alegrías, tristezas, desengaños, sacrificio, sudor, lagrimas, sangre, pero sobre todo FE. Sin ella el nazareno está huérfano, solo, inerte; forma parte de su ser, de su forma de vida. Con entereza pasaré por ello.
Y que mejor ejemplo el que nos da Jesús en la escena de nuestro Paso. Recordar aquellas palabras mágicas en Getsemaní:  “Padre haz que pase de mi este Cáliz. Pero no sea mi voluntad, sino la tuya”.
Expresar con palabras lo que ha representado para mi pertenecer a la Cofradía de Nuestro Padre Jesús, es una tarea ardua y difícil. ¿Cómo expresar los sentimientos?. Decía nuestro querido Jaime Campmany: “…. que no saber, no poder decir, en palabras, sentimientos e impresiones es una tragedia diaria del escritor, que como ningún otro ser, se encuentra de pronto impotente y mudo, atónito y sin lengua”.  Si ese ilustre escritor sentía eso, que no puede sentir el que se embarca por primera vez en una tarea tan ardua. En todo caso trataré de describir un estilo de vida una manera de ser.  Ante todo tener claro, mas que lo que tenemos o podemos recibir, lo que estamos dispuestos a dar y servir a los demás y a la propia Cofradía.
No seria nada original si dijera que ser miembro de ella es una de las grandes cosas que me han ocurrido en mi vida. Tener la oportunidad de revivir cada año la pasión de Jesús, de ser testigos del Evangelio tallado, por obra y gracia de nuestro insigne Salzillo, nos renueva las fuerzas para soportar nuestra cruz diaria, tal y como El supo llevar en sus hombros la de nuestros pecados, ha representado el hacerme día a día, o intentarlo por lo menos, un hombre nuevo. ¡Gracias Dios mio!
En el momento del adios, mejor dicho del hasta luego, me gustaría si el espacio me lo permitiera, recordar a personas y hechos mas significativos en mi andadura “morá”.
Comenzaré por citar a los seis Presidentes que he tenido la suerte de conocer, con  todos ellos siempre mantuve una relación cordial y respetuosa, y en otros casos, por razones de amistad llena de afecto, cariño y desde luego siempre respeto. Debo manifestar que siempre acaté con disciplina y fraternidad cualquier ordenanza o deseo de todos ellos.
Cuando comencé a vestirme la túnica “morá”, ostentaba el cargo D. Emilio Diez de Revenga y Rodríguez. Que decir de don Emilio. El Museo Salzillo existe gracias a él, su tesón y cariño a la idea le llevaron a conseguirlo.
A el le debemos los Zamoras que en este año se concluya un mandato y empiece otro como Cabos de Andas de la Oración del Huerto. Pese a la oposición de gran parte de la Junta Particular y de otros sectores influyentes, cuando en el año 1.964 falleció mi padre Pedro Zamora Lucas, pese a mi juventud pues solo tenia 23 años, bajo su responsabilidad permitió que la familia Zamora siguiera al frente de ese cargo de confianza. Recuerdo su aviso: ”Zamora, recuerda que llevas la Perla”.
Al dimitir en el cargo el Sr. Diez de Revenga en el año 1.971, por voluntad propia y tras veinticinco años de mandato (personalmente creo que no se recuperó del disgusto padecido por haberse suspendido las Procesión, debido a la lluvia, los dos años anteriores), se hizo a cargo de la Presidencia don Diego Aguilar-Amat y Marin-Barnuevo, persona afable y cariñosa en el trato, declarada admiradora de los “sufridos nazarenos que soportan con hidalguía el peso de los tronos”, como dijo en una ocasión. Por cierto, como muestra y detalle de esa admiración, al terminar la Procesión regalaba un mazo de puros par repartirlos en cada Paso entre los estantes.  Don Diego solo estuvo al frente de la misma año y medio hasta que se eligió, en Cabildo Extraordinario, a D. Antonio Gomez Jiménez de Cisneros.
Don Antonio era de esos hombres que, nada mas conocerle, te caía bien. Era amable, respetuoso, dicharachero, sencillo y con una humanidad enorme. Bajo su mandato, se renovaron las túnicas de los estantes de todos los Pasos que ciertamente se encontraban deterioradas y descoloridas. Otro acontecimiento importante acaecido fue la sustitución en los tronos de las varas de madera por otras de aluminio anonizado en oro, fabricadas por la empresa Iongraf S.A., sita en el mismo pueblo navarro de Villaba que había visto nacer al que seria años despues 5 veces ganador del Tour de Francia, Miguel Indurain. Dichas varas fueron regaladas a la Cofradía por el ilustre Mayordomo don Julio de la Cierva y Malo de Molina, las cuales restaban bastante peso de las anteriores.
Pedro Zamora GarcíaNunca olvidaré la felicidad que mostró en una de tantas cenas que los estantes de la Oración celebrábamos y a la que fue expresamente invitado, compartiendo nuestra mesa dijo: “He aprendido mas cosas de la Cofradía esta noche escuchándoles a ustedes, que todos mis años de Mayordomo. He comprendido y conocido al estante de Jesús”, o aquella otra que dirigió a mi persona, “Zamora, cuide y mime usted a estos hombres, ellos son los auténticos pilares de la Cofradía”. Debido a su carrera política, el señor Gomez Jiménez de Cisneros dimitió de su cargo el 13 Octubre del año 1.978, recayendo en D. Esteban Jose de la Peña Ruiz- Baquerin, nombrado en Cabildo de fecha 3 de noviembre del mismo año. Su mandato tuvo una duración de 22 años, hasta que el 27 de octubre del año 2000 presentó su dimisión en el cargo.
Al ocupar la Presidencia el Sr. De la Peña, para los nazarenos estantes no era una persona extraña, sobre todo para los Cabos de Andas, pues anteriormente había ocupado el cargo de Mayordomo o Comisario de Estantes, cargo estrechamente ligado a los mismos, como su propio nombre indica.

Bajo su mandato ocurrieron acontecimientos varios y de diversa índole, unos felices y otros no tanto. En referencia a los primeros está la construcción de un nuevo trono para La Oración del Huerto, obra que realizó nuestro querido amigo Pepe Carrión, al que Dios tenga en su gloria. A  la construcción de este trono contribuimos los estantes con una importante cantidad de dinero para sufragar el coste del mismo.
Se confeccionaron túnicas nuevas, con un color uniforme, para todos los integrantes de la Cofradía, lo que dio mas brillantez a nuestros desfiles pasionarios; también se hicieron estantes nuevos de madera con diferentes estaturas para tarimas, troncos y puntas de vara.  Se reorganizaron los componentes de los pasos, adjudicándoles a los “grandes” diez reservas y a los considerados pequeños cinco.
Se restauró el Museo, después de complicadas y arduas conversaciones con las autoridades competentes, nombrándose un Director del mismo recayendo en la persona de don Cristóbal Belda, que sustituía al que hasta entonces ocupó el cargo, D. Juan Torres Fontes.
Pero sobre todo, se restauraron todas las imágenes pasionarias, concluyendo un proceso sumamente necesario, pues muchas de ellas se encontraban muy deterioradas.
También se debe resaltar la confección y publicación de la revista Nazarenos así como el primer Reglamento de Estantes.
Se concedieron distinciones a estantes de cada Paso. Igualmente se otorgó el nombramiento de ESTANTE DISTINGUIDO por primera vez en la historia de la Cofradía a todos y cada uno de los componentes de la Oración del Huerto. Como acontecimiento negativo y catastrófico, fue la desaparición de los Archivos de cuatrocientos años de la Cofradía, y que todavía no se han devuelto a la misma, hecho que desencadenó, juntamente  con otros de nefasto recuerdo, su dimisión voluntaria en el cargo.
Dicho acontecimiento provocó que el Obispo de la Diócesis, Don Manuel Ureña Pastor, nombrara a primeros de noviembre a Don Ricardo Martinez-Moya Asensio, Presidente de la Gestora de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús.
Con Ricardo me une una amistad desde que éramos crios, para todos los estantes fue una sorpresa muy agradable el nombramiento recibido. Tal y como estaba la “corrida” menudo toro le tocó lidiar (empleando un símil taurino). Solo a su maestría y templanza y a los buenos consejos de su “peón de confianza”, José Ramón Diez de Revenga y Torres (q.e.p.d.), junto a la excelente “cuadrilla” de que se rodeo, llegó a cortar las dos orejas. Con este símil hubiera disfrutado Jose Ramón.
Llamó mi atención que la primera reunión oficial fuera con los Cabos de Andas en la Iglesia y frente al altar de N.P. Jesús. Se comprometió, y lo cumplió, a que a los estantes se les consideraran como miembros vivos e integrantes de la Cofradía pasando a denominarse Cofrades Estantes, y no como hasta entonces “oficios” de la misma. En nombre de todos, gracias Ricardo.
Tuvo que luchar duramente contra los ”fantasmatas” y poderes fácticos desfenestrados y dañinos, defendiendo a la Cofradía con denuedo a costa de ser a veces insultado y vituperado por esas “gentes” malignas, aunque no consiguieron que cayera en el desánimo, sino todo lo contrario, sus propios enemigos lo fortalecieron mas.
Consiguió y publicó las nuevas Constituciones de la Cofradía, actualizando las existentes al quedar estas obsoletas a los nuevos tiempos.
Le tocó vivir igualmente una de las escenas que ningún nazareno desea protagonizar, la suspensión de la Procesión del año 2002, decisión dolorosa que tuvo que comunicar tras convocar urgentemente un Cabildillo con asistencia de los Cabos de Anda, tras cuyos informes, se procedió a la votación de dos posibles soluciones: retrasar la salida de la Procesión o suspender la misma. Por cuatro votos solamente se acordó suspenderla.
Con buen criterio, el señor Martinez-Moya autorizó que se abriera la puerta de la Iglesia para que el innumerable público presente en la plaza de San Agustin y aledaños pudiera visitar y contemplar los Pasos. Se cumplió y toda Murcia, se calcula que alrededor de diez o doce mil personas, desfiló durante mas de cinco horas delante de los tronos mezclándose con los numerosos Cofrades y Mayordomos que todavía quedaban con los ojos enrojecidos por las lagrimas derramadas durante la mañana.
Como momento de mas emoción vivido aquella mañana fue cuando, previa autorización del Presidente, los estantes de la Oración levantaron “su paso” y rezaron un Padrenuestro con él en los hombros, a lo que se sumaron todos los que en ese momento estaban en el recinto eclesiástico. Frases como: “Pedro reza un rosario” pronunciada por un estante contribuyó, aun mas, a aumentar caer las lagrimas por los rostros.
En octubre del año 2003 convocaría elecciones para la elección del nuevo Presidente, que por primera vez en la historia de la Cofradía, se efectuaría por sufragio universal, es decir, votando todos y cada uno de los miembros de la misma. haciéndolo por primera vez los estantes. Una vez efectuado el escrutinio salió elegido, por gran mayoria,  don Rafael Cebrián Carrillo superando a los otros candidatos Sres. Martinez Ripoll y  Juan Sotomayor.
Rafael Cebrián ya había colaborado con la anterior Junta en la confección del texto y articulado de las nuevas Constituciones en donde tuve el gusto de tratar directamente, pues fui designado juntamente con Jose Carlos Carrión para servir de enlaces con los Cabos de Andas y la comisión en cabezada por el Sr. Cebrián, a la hora de aportar o suprimir conceptos referentes a los Cofrades Estantes.
Debo resaltar que los integrantes de la Oración, de una manera totalmente libre, votamos en su favor en las elecciones.
A Rafael, permiteme Presidente que te tutee, por edad y confianza, le preocupaba las diferentes facciones que se habían producido dentro de la Cofradía, por lo que, el primer mensaje que dirigió a todos los integrantes de la misma fue que, bajo su mandato las puertas de la Iglesia y de la Institución estaban abiertas para todos los hermanos  Cofrades y Mayordomos y que lo importante seria que todos juntos trabajasemos en pos del buen nombre y gloria de la Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
No tuvo un buen debut que digamos en presidir su primera Procesión, pues al igual que ocurriera en el año 2002, también en el 2004 se tuvo que suspender por la lluvia. Después de acordado en Junta, ordenó abrir la puerta, el chirriar característico de la misma nos hizo volver la cabeza con un fuerte latido de nuestros corazones a todos los que estábamos en el interior de la Iglesia. Inmediatamente el Estandarte Mayor se colocó en el dintel y los tambores destemplados y las bocinas comenzaron a anunciar la salida de la Procesión. Fuera resguardándose con paraguas de la lluvia que caía, miles y miles de personas esperaban acontecimientos, ¿Saldria o no la Procesión?, ¿Qué va a ocurrir?. Naturalmente ante el aguacero que nuestro cielo dejaba caer, era mas que peligroso y obviamente imposible que prosiguiera el desfile. A los pocos minutos nuestro Presidente lo suspendió oficialmente ordenando que fuese cerrada la puerta. Dentro de la Iglesia, lagrimas y rostros serios, nuevamente el nazareno sufria la suspensión de su Procesión. Ya no podria lucirse portando su Paso, ya no podria regir su Hermandad, ni portar con su cruz. Pese a ello se colocó en la puerta y fue estrechando la mano a todos y cada uno de los presentes. Gracias Rafael.
Pero no solo nos consolábamos los nazarenos unos a otros, dentro habian otras personas que quisieron compartir con nosotros nuestro dolor, nuestras lagrimas, nuestro disgusto; entre ellas una muy especial, la de otro nazareno de pro, nuestro Alcalde Miguel Angel Camara. Yo le vi aquella mañana llorar y rezar con nosotros. Nunca olvidaremos los estantes de Jesús su compañía aquella mañana. Gracias querido Alcalde.
Desde aquí mi cariñoso recuerdo y eterna gratitud a todas las personas encargadas de velar, tantos años, de los enseres y objetos esforzándose en la conservación y limpieza de tantas y tantas cosas de nuestra Cofradía, empezando por la familia Carrión y terminando por Antonio, Matías, Miguel Angel, etc. A todos ellos mi agradecimiento por tantos favores recibidos y por su amistad.
Pero no seria completa mi despedida si, contando con vuestro beneplácito, no lo hiciera de unos personajes ilustres que son, ni mas ni menos, que los COFRADES ESTANTES DE LA ORACION.  Que fácil resulta dirigir un trono cuando las personas encargadas de soportarlo en sus hombros tienen la calidad humana y aman a su Cofradía como estos hombres. Gracias a ellos, el paso de La Oración del Huerto se ha llegado a convertir en objeto de deseo de cualquier nazareno murciano y, como dice un punta de vara del mismo: “EN MURCIA TODOS LOS PASOS DESFILAN MUY BIEN. NOSOTROS ADEMAS, LO HACEMOS BONITO”. Ha sido para mi un orgullo y un privilegio poder dirigiros y, si me lo permitís, en mi adiós activo os formularé un ruego: seguid siempre igual en vuestro comportamiento, no regatear el esfuerzo, el sacrificio, la dedicación, en pos y beneficio de nuestra querida Oración. Respetar y seguir amando a nuestra Cofradía, acatando y sirviendo a su Presidente como hasta ahora, con disciplina y afecto. No permitáis que nada ni nadie rompa o dañe nuestro grupo, y, sobre todo, sed fieles a vuestros Cabos de Andas, como lo habéis sido conmigo y como lo han sido muchos de vuestros padres, no defraudarnos nunca. Ellos os defienden a muerte. Para todos, mi agradecimiento y un abrazo muy fuerte. Siempre ocupareis un trozo de mi corazón.
Mujeres, no me olvidé de vosotras. Sabéis que sois las autenticas protagonistas de la Semana Santa. ¿Qué seria de nosotros sin vuestra dedicación? Cuidarme, como hasta ahora, a vuestros hombres (padres, esposos, hermanos, hijos, novios), que mas da el parentesco, sin vuestro cariño , ternura y apoyo no son nada, no somos nada. Un beso para todas vosotras y en especial para mi madre y mi esposa.

PEDRO ZAMORA GARCIA.- Cabo de Andas de La Oración del Huerto.