• 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • 6

Querido hermano Nano:

He recibido a través de nuestro Cabo de Andas, Pedro Zamora, la carta de agradecimiento que nos envías de forma colectiva y es por el mismo conducto como pretendo contestarte, desde mi perspectiva de nazareno de la Oración. Sí, ya veterano y retirado pero nazareno de la Oración hasta la médula y hasta la muerte.

Muy bien comienzas tu carta diciendo que es imposible demostrar en palabras todo lo que estás sintiendo y es verdad, pues ser nazareno no es una cuestión de herencia, costumbrismo o simplemente vestir una túnica nazarena en un día determinado. Ser nazareno, sobre todo de nuestra Oración, no es solamente cuestión de fortaleza, entrega, sacrificio, etc. a todo esto le falta su ingrediente principal: “el sentimiento” y cuando es el corazón el que habla, como es tu caso, es nuestro corazón el que escucha y comprende perfectamente al tuyo, pues ya ha pasado por ese feliz trance. Las palabras se quedan cortas y solamente el corazón que comparte sentimientos es capaz de comprender.

Hablas de tu acogida en el seno de nuestro trono. ¿Cómo podría ser de otra forma? Acaso cuando una familia ve aumentado su número con el nacimiento de un nuevo hijo, este no recibe el mismo cariño y amor que sus hermanos mayores. ¡No lo dudes jamás!. La Oración del Huerto, es una gran familia unida por un vínculo común: El amor a nuestra Cofradía a través de nuestra “Perla de Salzillo” y el amor a nuestros compañeros que nos permiten compartir con ellos la dicha de pasearlo a hombros todos los Viernes Santos por las calles de nuestra querida Murcia.

No te permitimos participar en nuestros eventos y actividades, te necesitamos en ellos para que nuestra familia esté al completo, desde el más veterano o mayor de los hermanos hasta el benjamín. Estaríamos huérfanos sin tu presencia.

Lamentablemente no podemos enseñarte a lo que debe ser un nazareno “como Dios manda”. Serás tú y únicamente tú el que, si así lo estimas oportuno, aprenderás de los demás y sobre todo de ese primer nazareno llamado “Jesús”, que ha sido el único capaz de serlo durante todos los días de su vida, así que si deseas imitarle, asume lo que El asumió: El inmenso amor a sus hermanos y la justicia por bandera, aunque esto te acarree en la vida muchos sinsabores, pero hay que ser valiente y comprometido.

Cuando la vara “pica” y faltan las fuerzas, saca a relucir tu orgullo nazareno y lleva el paso con el corazón si es que ya no quedan fuerzas y piensa que Aquel que llevas sobre tus hombros soportó inmensos mayores dolores de los que tú sufres en esos momentos. Ofréceselo a Dios con alegría para que, juntos con los de su Hijo, los aplique por aquellos hermanos que más lo necesiten. En cuanto a los fallos, ni mencionarlos, ¿Quién nace enseñado?.

Según dices, has visto colmado tu sueño de cargar en la Oración del Huerto, pues bien, no olvides nunca que ser nazareno en Murcia es un orgullo pero serlo de la Oración es un privilegio que te exigirá entrega y sacrificio durante toda tu vida, pues el nazareno de la Oración debe serlo hasta la muerte y si no lo es, aunque la haya cargado, no ha sido digno de hacerlo.

Habrás observado que en nuestro trono, los que ya no “cargamos con el hombro” por motivos de edad o causas de fuerza mayor, seguimos vinculados a nuestra familia de la Oración de forma activa, participando de lleno en todas y cada una de las actividades y si bien no nos está permitido ponernos bajo el trono el día de Viernes Santo, nada ni nadie nos impide ir durante toda la carrera “cargándolo” con nuestra mente y sobre todo con nuestro corazón, levantando junto a vosotros el paso cuando éste se clava sobre vuestros doloridos hombros, girando esas calles recoletas murcianas, tomando ese giro de Lencería a San Nicolás, sufriendo esta maravillosa calle que hablará por siempre de los nazarenos de la Oración y que ha hecho historia en nuestro paso y cuando por fin lo dejáis en la iglesia privativa sobre su carro, desmadejándonos junto a vosotros, fundiéndonos en un fuerte abrazo o apretón de manos, al tiempo que nuestro corazón dice al vuestro: Gracias por seguir paseando “mi” Oración con orgullo, nazarenía, hombría y sobre todo con Amor.

Si alguna vez te flaquea tu fuerza de espíritu, te aconsejo que leas el juramento de hiciste. El recoge de forma resumida lo que todos los hermanos hemos querido asumir de forma voluntaria para que rija esta gran familia.

Amigo Nano, hermano, que Dios te bendiga y pídele las fuerzas necesarias para ser un buen nazareno de la Oración del Huerto durante todos los días de tu vida.

José Manuel Hernández Castellanos
Nazareno de la Oración